
En un rincón escondido del mundo hay una isla paradisíaca que fue encontrada, no hace mucho y sin ser buscada, por un grupo de amigos.
Estos amigos alquilaron un barco, aprovechando sus días de vacaciones, con la intención de alejarse de su día a día. Uno de estos días salieron a nadar dos de ellos y encontraron esta maravillosa isla, donde la arena invitaba a andar descalzo para sentirla entre los dedos de los pies, el agua era cristalina y de color azul turquesa de tal manera que podías estar horas sin hacer nada más que observarla, la brisa parecía que te acariciaba la piel y la pequeña selva detrás de la orilla completaba ese paisaje que parecía no haber sido pisado por nadie antes.
Nada más verla fueron al barco para compartir con el resto ese maravilloso lugar e inmediatamente después todos fueron para allí. Nada más verla, decidieron instalarse por un par de días.
Ese lugar resultó ser el lugar que estaban buscando, un lugar para desconectar y romper con la rutina, donde cada día era una aventura, pero no siempre se puede estar allí, así que con la idea de transmitir lo vivido en esas maravillosas vacaciones hicieron la receta del Wet Beak, para que en cualquier momento del día, cualquier día del año, puedas mojarte el pico (Wet Beak) con esta Sangria Frizzante y volver a sentir como si estuvieras ahí, volver a sentir la sensación de romper con la rutina, volver a tener ganas de BEBERTE LA VIDA!!!
A esa isla paradisíaca les dieron la bienvenida unos patilargos amigos, los flamencos, que parecían estar esperándolos en la orilla de ese paraíso, y que a lo largo de los días siempre estuvieron presentes, para ellos fueron un punto distinto, algo significativo de la isla, y por ese motivo consideraron que se merecían estar al frente del proyecto.